El Sonido de la Gratitud.

Las olas del océano emiten un sonido especial, un sonido cuya sensación nos resulta familiar. Forma parte del sonido de la abundancia. Cuando expresas gratitud, entras en contacto con este sonido. La gratitud se puede expresar con palabras como “gracias, me encanta”, y a veces con sonidos como “ hmmm…., es maravilloso”. 

Di tus palabras de gratitud en silencio y resuena  con las sensaciones y con el sonido. Escucha este sonido de la gratitud durante 5 minutos, 5  veces al día, y a partir de ahí observa lo que sucede en tu vida. Haz que el sonido de la gratitud te acompañe. Hmmm. Puedes hacerlo mientras caminas, conduces, o incluso en silencio cuando estás en medio de una reunión.

Agradece todo tal cual es y como fue. Busca los dones que te ofreció la experiencia vivida. Recuerda que en el fondo todos los conflictos y desafíos tienen un don. Toma esos dones, rodéalos con tus brazos, abrázalos y abrázate también a ti. Deja que el pasado se aleje y que las olas del océano den forma a tu nuevo guión. Entra en tu energía creativa. Hoy comienza un nuevo ciclo de energía, una nueva experiencia. Siente la gratitud. Hmmm.

(…) Tal vez te preguntes si hay algo más. Sí, con la abundancia siempre hay más.

“Quieran muchas bendiciones afortunadas fluir hacia ti mientras fijas tu mirada en el océano, viendo la creación de la armonía y el equilibrio desde la eterna danza del viento sobre las aguas. Fluye el sonido de la gratitud desde el corazón, y la riqueza y la abundancia en tu vida”.

Susan HIlton