“Aprendamos a comunicarnos con nuestro cuerpo a través del instinto”

Como parte integrante que somos de la naturaleza, llegamos a estar en contacto intrínseco con ella, a través de nuestro instinto, el cual debemos aprender a “entender”. Solemos decir que la “naturaleza es sabia” y no hay mayor verdad que esa.
Los ciclos estacionales, según sea su clima y temperatura, son una muestra clara de su eficiencia, proporcionándonos a través de “colores” y “sensaciones”, la información que necesitamos para equilibrar nuestra nutrición.
Por ejemplo en estaciones como el verano, (etapa más “Yan” del año) solemos estar más activos físicamente, y todo nuestro organismo se acelera, el sistema circulatorio se recarga, la digestión se ralentiza, es por ello que necesitamos alimentos que nos aporten mayor nivel de energía, incluso, para ser almacenada y hacer uso de ella en estaciones de más escasez como el otoño o el invierno; así pues, la naturaleza nos aporta alimentos “rojos” que favorecen la circulación de nuestra sangre e instintivamente, nos apetecen más las frutas jugosas, como la sandía o el melón, y alimentos frescos, ligeros y de fácil asimilación, como ensaladas vegetales salteados, helados, etc.
En estaciones como el otoño o el invierno, nuestro cuerpo necesitará alimentos ricos en proteínas como las carnes (blancas o rojas) y la vitamina “c” presente en los cítricos por eso una de las fruta más apetecibles y abundantes en esta época es la mandarina.
“Aprendamos a comunicarnos con nuestro cuerpo a través del instinto”
Melina Faría.